Los brackets se pueden utilizar para solucionar todo tipo de casos de ortodoncia, tanto casos simples como complejos, ya que permiten realizar el movimiento de los dientes de una forma precisa y controlada. Pero más que la técnica que se utilice o el tipo de brackets, lo más importante en cualquier tratamiento de ortodoncia es que esté realizado por un especialista en ortodoncia, que haya dedicado tiempo en analizar tu caso, en realizar un buen diagnóstico personalizado y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.
– Brackets metálicos. Son el sistema de ortodoncia más usado y conocido. El arco o alambre se une al bracket con gomas elásticas -de colores o neutras- o ligaduras metálicas. Requieren visitas periódicas, normalmente mensuales o bimensuales, para cambiar las ligaduras o arcos.
– Brackets de autoligado. Son brackets metálicos de baja fricción con la ventaja que no son necesarias las ligaduras y por lo tanto las visitas de revisión son más cortas y se pueden espaciar más en el tiempo -cada 2 meses-. Además, al reducir la fuerza de fricción, los tratamientos son más cómodos y confortables para el paciente.
– Brackets estéticos. También conocidos como brackets cerámicos o de zafiro, los cuales son transparentes. Están indicados para los pacientes que por motivos estéticos no quieren llevar brackets metálicos, pero son más frágiles y contraindicados en pacientes bruxistas o con sobremordida aumentada.
1a Visita: Tomaremos los registros para realizar el estudio de ortodoncia. Para ello, realizamos unas fotografías de tus dientes, escaneado de toda tu boca para obtener un modelo 3D para planificar los movimientos que se realizarán sobre tus dientes, ortopantomografía y telerradiografía para poder analizar tu caso al detalle.
2a Visita: Tras haber estudiado tu caso, te explicaremos los resultados del estudio, el tiempo de tratamiento aproximado y las limitaciones del tratamiento en caso de haberlas.
3a Visita: Es la visita más larga del tratamiento en la que le colocaremos los brackets y te explicaremos los cuidados que tendrás que tener con ellos, además de cómo mantener tu boca limpia y sana durante todo el tratamiento.
4a Visita y posteriores: Son las visitas donde comprobamos el progreso de tu tratamiento y nos aseguramos que todo va según lo previsto. Dependiendo de tu caso y del momento del tratamiento, estas visitas pueden ser mensuales, quincenales o bimensuales.
Por último, tras la terminación del tratamiento, es imprescindible la fase de retención para dar estabilidad en el tiempo a los resultados obtenidos.
Los brackets se colocan en dientes definitivos, por lo tanto, el momento adecuado de realizar este tratamiento es a partir de los 11-12 años. Antes de esta edad se pueden colocar otro tipo de aparatos para resolver problemas que requieran una intervención temprana.
En Clínica Dental Madrid tenemos un protocolo riguroso de retención para todos los pacientes, es la fase final y también una de las más importantes para mantener la armonía y estabilidad de su mordida.
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